Productores y amas de casa, víctimas del coyotaje

Los productores y consumidores de aguacate en México están sufriendo las consecuencias de un sistema de comercialización que genera amplios márgenes de ganancia para los intermediarios, dejando a los primeros con precios castigados y a los últimos enfrentando altos costos en el mercado.
Según el reporte de mayo de 2024 del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), los precios al productor varios productos del campo, pero en este caso analizamos los del aguacate, muestran una disparidad significativa en las diferentes regiones del país. Mientras que en Michoacán el precio más alto al productor fue de $19.73 por kilogramo, en Puebla fue de tan solo $8.50 por kilogramo. Esta diferencia de $11.23 evidencia la volatilidad y disparidad en los ingresos que reciben los productores dependiendo de la región.
La situación es aún más preocupante cuando se examinan los precios al mayoreo y al consumidor. En La Paz, Baja California Sur, el precio al mayoreo alcanzó los $76.00 por kilogramo, mientras que el más bajo se registró en Oaxaca con $23.97 por kilogramo. Los precios al consumidor reflejan una situación similar, con La Paz nuevamente liderando con $87.16 por kilogramo y León, Guanajuato, con el precio más bajo de $58.54 por kilogramo.
El margen de comercialización, que representa la diferencia entre el precio pagado al productor y el precio final al consumidor, es abrumador. Chetumal, Quintana Roo, reportó el margen más alto con $73.61 por kilogramo, mientras que en León, Guanajuato, el margen fue de $38.81 por kilogramo. Esta diferencia de $34.80 resalta el impacto significativo de los intermediarios en el precio final del producto.
Impacto en Productores y Consumidores
Los más afectados por estos amplios márgenes son, sin duda, los productores y los consumidores finales. Los productores, especialmente aquellos en regiones con precios más bajos, ven reducidos sus ingresos pese al esfuerzo y costo de producción. Al mismo tiempo, los consumidores, particularmente los amas de casa, deben pagar precios elevados por el aguacate, un producto básico en la dieta mexicana.
La situación demanda una revisión urgente de las políticas de comercialización y una mayor transparencia en la cadena de suministro. Es crucial implementar medidas que protejan a los productores y garanticen precios más justos y accesibles para los consumidores. Esto no solo promoverá la justicia económica, sino que también asegurará la sostenibilidad de la producción de aguacate en el país.
La disparidad de precios y los altos márgenes de comercialización en la industria del aguacate reflejan un sistema que favorece a los intermediarios en detrimento de los productores y consumidores. Es esencial que se tomen acciones para equilibrar la balanza y asegurar un mercado más justo y sostenible para todos los involucrados.