El presidente Andrés Manuel López Obrador, canalizando sus dotes de visionario y evocando con nostalgia la época porfirista, ha decidido dar un giro inesperado en la modernización del transporte.
En una nota al margen llena de sarcasmo y guiños al pasado, se espera que pronto obligue a Tesla a abandonar la producción de vehículos eléctricos para sumarse al apasionante mundo de los carruajes tirados por caballos.
Quién: AMLO
Dice qué: O volvemos a movilizar pasajeros en vagones, o les quito las concesiones.
A quién: A Ferromex
Con qué objetivo: Evidentemente, aventar un guiño populista acompañado de un rayo polarizador a sus seguidores, además de amenazar a empresarios ferroviarios de quitarles las concesiones resultados de los privilegiados del regimen Zedillista, y desde luego, continuar con la “modernización” del país, garantizando la eficacia en movilidad de las personas a lo largo y ancho del territorio nacional, por donde es muy seguro transitar.
