La relación entre Microsoft y OpenAI, que durante un tiempo se había descrito como un «bromance tech», empieza a mostrar signos de tensión. A pesar de la inversión de US$13.75 mil millones realizada por Microsoft en la startup de inteligencia artificial, ambas compañías están buscando alternativas y renegociaciones que podrían cambiar el rumbo de su colaboración. Esta situación se ha intensificado a medida que OpenAI planea incrementar sus gastos en computación, alcanzando hasta US$37.5 mil millones anuales para 2029.
El contexto de esta tensión radica en el deseo de OpenAI de renegociar los términos de costos y exclusividad, lo que ha llevado a ambas empresas a contratar bancos de inversión para facilitar las negociaciones. Esta medida sugiere que OpenAI está considerando diferentes escenarios sobre su futuro, incluyendo la participación de Microsoft en un modelo de negocio con fines de lucro. La incertidumbre sobre la estructura de esta relación plantea interrogantes sobre el papel de Microsoft en la evolución de OpenAI.
Mientras tanto, Microsoft busca diversificar sus opciones tecnológicas y explorar nuevas alianzas, lo que podría implicar un cambio estratégico en su enfoque hacia OpenAI. A medida que ambas empresas se preparan para una renegociación crucial, el futuro de su colaboración se encuentra en un punto de inflexión, dejando a la industria tecnológica en expectación sobre los posibles desenlaces de esta asociación.