El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el martes que su gobierno emprenderá acciones legales para impugnar una controvertida ley promulgada por el gobernador de Texas, Estados Unidos, que criminaliza y autoriza la detención de migrantes irregulares. Esta medida, que desafía la autoridad de Washington, entrará en vigor en marzo.
«Se está llevando a cabo un trámite en la Secretaría de Relaciones Exteriores para impugnar esta ley», declaró el mandatario mexicano durante su conferencia matinal. «De todas maneras, vamos nosotros a intervenir», agregó.
La legislación, anunciada el lunes por el gobernador republicano Greg Abbott, otorga a las autoridades texanas la facultad de detener a migrantes que carezcan de la documentación necesaria para ingresar al estado, y permite a los jueces expulsarlos. López Obrador recordó que las cuestiones relacionadas con la migración son competencia del gobierno federal estadounidense, reafirmando la posición expresada por la Cancillería mexicana la semana pasada.
«Estas no son atribuciones de los estados, él (Abbott) está usurpando funciones, y tiene que ver con política exterior, y eso corresponde al Congreso y al presidente de Estados Unidos», subrayó el presidente.
Asimismo, López Obrador aseguró que defenderá a los migrantes mexicanos de los efectos de esta normativa, calificándola como una medida con tintes políticos y electorales. «El gobernador de Texas actúa de esa forma porque quiere ser el candidato a vicepresidente del Partido Republicano en Estados Unidos y quiere ganar popularidad con estas medidas… Es algo inhumano y politiquero», añadió.
Analistas estadounidenses anticipan que la ley de Texas generará una prolongada batalla legal con el gobierno federal, encargado generalmente de establecer y aplicar las leyes de inmigración, así como con organizaciones defensoras de los derechos humanos y civiles.
