El olfato nos alerta del peligro antes que la vista y el oído

Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia han demostrado que los nervios que detectan los olores empiezan a procesar los que son negativos en el momento en que los detectamos, lo que provoca una respuesta más rápida de nuestro cuerpo. Los sistemas visual y auditivo tardan más en hacer que el cuerpo reaccione al estímulo ya que envían las respuestas sensoriales al cerebro para que este las procese, retrasándose el tiempo de acción.