En un esfuerzo por fortalecer la economía mexicana y atraer inversión extranjera, el Banco Mundial ha aprobado un préstamo de 1,000 millones de dólares para México. Este financiamiento está destinado a desarrollar infraestructura y promover políticas que faciliten la reubicación de empresas extranjeras al país, una estrategia conocida como nearshoring.
El concepto de nearshoring se ha vuelto cada vez más relevante en el contexto global, especialmente tras las interrupciones en la cadena de suministro causadas por la pandemia de COVID-19 y otras tensiones geopolíticas. Esta práctica implica que las empresas trasladan sus operaciones a países cercanos a sus mercados principales para reducir costos y riesgos logísticos.
El gobierno mexicano ha señalado que los fondos del préstamo se utilizarán para mejorar la competitividad del país, creando un entorno más atractivo para la inversión extranjera directa. Se espera que esta iniciativa no solo impulse el crecimiento económico, sino que también genere nuevas oportunidades de empleo para los mexicanos.
El Banco Mundial ha expresado su confianza en las políticas económicas de México y en su potencial como un destino clave para el nearshoring. Este respaldo es un indicativo positivo para la economía nacional y refuerza el papel de México en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales.
Con este préstamo, México se posiciona estratégicamente para aprovechar la tendencia del nearshoring, buscando consolidarse como un hub logístico y de manufactura en la región.