Aumentan importaciones de maíz en México: el grano representa el 51% del volumen total de granos y oleaginosas importados

El maíz consolida su posición como el principal producto importado dentro del sector agrícola en México, representando el 51% del volumen total de granos y oleaginosas ingresados al país hasta noviembre. Según datos de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las importaciones de este grano alcanzaron 21.8 millones de toneladas métricas (MTM) en los primeros once meses del año, un incremento anual del 20.5%.

Importaciones en ascenso

El volumen importado ya representa el 92% de la proyección para el cierre de 2024, lo que subraya la creciente dependencia de México en el mercado internacional para abastecerse de maíz, especialmente del amarillo, utilizado en la industria pecuaria y procesadora de alimentos.

Producción nacional: avances y desafíos

En Sinaloa, un estado clave para la producción de maíz, se han autorizado permisos de siembra para 92 mil hectáreas en el ciclo otoño-invierno (OI) 2024/25, lo que representa el 48.4% de las 190 mil hectáreas estimadas para dicho periodo. Sin embargo, el panorama nacional presenta marcadas variaciones entre regiones:

Chihuahua: El precio promedio del maíz blanco se ubica en 5,485 pesos por tonelada métrica (TM), aunque enfrenta desafíos por los costos de servicios adicionales.

El Bajío: La cosecha primavera-verano (PV) 2024 avanza al 98% en municipios clave como Pénjamo, Celaya e Irapuato, consolidando a Guanajuato como uno de los principales productores.

Valle de México: Los precios del maíz blanco a granel oscilan entre los 6,300 y 6,500 pesos por TM, destacando la competitividad de esta región.

Sinaloa: La oferta de maíz a granel ha experimentado aumentos de precio debido a la escasez de inventarios en bodegas del norte del estado.

Sonora: El bajo nivel de almacenamiento en presas, actualmente al 17% de su capacidad, es un factor crítico que podría afectar la producción en próximos ciclos.

Perspectivas para el mercado

La combinación de un aumento en las importaciones y los retos en la producción nacional pone de manifiesto la importancia de políticas públicas que fortalezcan el sector agrícola. El panorama actual no solo evidencia una mayor demanda, sino también la necesidad de mitigar los impactos de fenómenos como la sequía y la volatilidad de los precios internacionales.

Con un mercado global que enfrenta incertidumbres y una producción nacional que aún lucha por cubrir la demanda interna, el maíz sigue siendo un barómetro clave para medir la sostenibilidad alimentaria del país.

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