- Amparo suspende requisito de 300 mil firmas
- 150 mil rubricas serían suficientes para iniciar la consulta
El proceso de revocación de mandato para la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, podría convertirse en un punto de inflexión política en 2025, luego de que un grupo de activistas opositores ha iniciado acciones legales y organizativas para garantizar que se lleve a cabo. Según la Ley de Participación Ciudadana, la revocación puede activarse si al menos el 3% del padrón electoral, aproximadamente 150 mil ciudadanos, firma la solicitud formal, y diversos actores aseguran que ya cuentan con este apoyo.
En las pasadas elecciones, Morena demostró un crecimiento significativo en el estado, y algunos analistas señalan que la meta de las 150 mil firmas no representa un obstáculo serio. Fuentes cercanas al movimiento opositor aseguran que las redes organizativas de Morena y otros grupos ya tienen las firmas “en el bolsillo”, listas para ser presentadas cuando se abra el periodo formal de solicitud. Esto refleja un clima político tenso, donde la gobernadora enfrenta una creciente oposición en sectores clave.
Los activistas han optado por interponer amparos ante tribunales locales y federales para obligar al Instituto Estatal Electoral (IEE) a considerar todos los mecanismos legales para que el proceso se lleve a cabo. Alegan que la decisión del IEE de recortar el presupuesto para la consulta es una acción arbitraria que limita los derechos ciudadanos.
El IEE ha argumentado que la baja participación en ejercicios previos justifica su decisión presupuestal. Sin embargo, los opositores consideran que este argumento subestima el descontento popular y los efectos de la polarización política en Chihuahua. Con Morena movilizando a su base y el precedente de consultas nacionales como la revocación de mandato presidencial, los números podrían superar las expectativas.
El proceso no solo pondría a prueba la popularidad de Maru Campos, sino también la capacidad de Morena y otros grupos opositores para consolidar su fuerza en un estado históricamente panista. La convocatoria a una consulta de revocación podría convertirse en un preludio del clima político de cara a las elecciones federales de 2027.
La revocación de mandato no solo será un termómetro para medir el apoyo a la administración actual, sino también un ejercicio clave en la evolución de la democracia participativa en Chihuahua.